Mirada tecnológica
Expertos advierten sobre uso excesivo de la IA: afectaría la actividad cerebral y la memoria
No cabe duda de que ChatGPT, la búsqueda de Google y el uso de tecnología digital para organizar ideas y redactar documentos llegó para facilitarnos la vida, pero todo lo bueno en exceso tiene su lado menos positivo. Y, así, lo comienzan a evidenciar opiniones y estudios científicos sobre sus efectos en la capacidad humana para pensar y recordar. Claro, si alguien más lo hace por nosotros, es razonable que nuestro cerebro comience a economizar recursos en esas tareas…
En los últimos meses, investigadores del Media Lab del reconocido Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), difundieron un estudio que entrega resultados preocupantes sobre cómo se pueden afectar funciones cerebrales por falta de uso.
El trabajo evaluó tres grupos (54 personas en total) y les pidió que escribieran ensayos, utilizando uno de ellos ChatGPT; otro, el motor de búsqueda de Google y, el último, solo su cabeza. De esta manera, mediante electroencefalogramas quedó registrada la actividad cerebral de cada uno. De los tres grupos, adivine quiénes presentaron menor interacción en su cerebro y un rendimiento inferior a nivel neuronal, lingüístico y conductual… Exacto: quienes usaron Chat GPT. Y todo siguió de mal en peor, porque con el paso de las semanas, ese mismo grupo se fue volviendo cada vez más perezoso en esa tarea encomendada.
El artículo aún no ha sido revisado por pares y su tamaño muestral es relativamente pequeño. Sin embargo, sus autores optaron por darlo a conocer considerando sus resultados.
Dependencia de la IA
Por su parte, La Real Academia Nacional de Medicina de España realizó un encuentro en 2024 sobre inteligencia artificial en neurología y siquiatría, destacando que, si bien el uso adecuado de la IA puede liberarnos de tareas rutinarias, si se ocupa para escribir artículos científicos o resumir textos, las habilidades cognitivas corren riesgo de verse comprometidas, ya que se deja “en manos de la IA el procesamiento de la información y perdemos la oportunidad de fortalecer la memoria. Reducir el esfuerzo neurológico disminuye nuestra capacidad para pensar críticamente y resolver problemas de manera independiente”.
La discusión sobre los efectos de la utilización intensiva de la inteligencia artificial en adultos sigue abierta, aunque cada vez se suman más voces de advertencia. Sin embargo, lo que ya cuenta con suficiente respaldo científico, son las consecuencias del uso de pantallas en niños y adolescentes. Se ha demostrado que afectan la atención, la memoria, el lenguaje, la motricidad y el desarrollo socioemocional. Lo anterior ocurre porque es mucho más peligroso para el cerebro en formación.
En Francia desde este año se prohibió en centros infantiles exponer a menores de tres años a pantallas (incluida la televisión), y se recomienda a los padres que, entre esa edad y los seis años, se ocupen de manera muy ocasional y siempre con supervisión de un adulto.
Desde 2018 también en el país galo, se ha restringido los celulares en los colegios y desde este año la limitación es total. Esta medida ya existe en China, Reino Unido, Italia y Países Bajos, además de otras naciones que avanzan hacia su completa restricción. En Chile, el Congreso discute una norma que prohibirá este medio tecnológico desde el nivel parvulario hasta sexto básico, regulando su uso de séptimo básico a cuarto medio.