Potenciando los minerales críticos del país con una visión estratégica

El mercado de minerales críticos va en auge, impulsado por el avance de las nuevas tecnologías cuyo desarrollo los requiere. Y para Chile -un país con tradición minera-, es fundamental desarrollar una estrategia basada en su potencial que le permita ser parte de esta creciente industria.

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Estos minerales, como el litio, tierras raras, grafito, cobalto, cobre, manganeso, titanio, renio y níquel, son esenciales en la fabricación de coches eléctricos, paneles solares, así como celulares, suministros médicos y tecnologías de la información entre otras.

La importancia de estos recursos crece día a día. Curiosamente, no existe un listado oficial de cuáles son, ya que se argumenta que su relevancia varía según las necesidades y su disponibilidad. En ese marco, la Unión Europea considera 34 materias primas críticas y Estados Unidos reconoce 50. Chile definirá este año cuáles calificará como tales. De hecho, espera contar durante 2025 con una estrategia nacional al respecto.


El término "crítico" es el más común que se usa, pero también se utiliza "estratégico" para definirlos. La diferencia radica en que para los minerales críticos se considera la vulnerabilidad en las cadenas de suministro, mientras en los estratégicos, se toma en cuenta su importancia para el desarrollo económico y energético.

Para hacerse una idea de las proyecciones de esta industria, el Banco Mundial ha estimado que se requerirán tres mil millones de toneladas de minerales y metales para construir la infraestructura que permita generar y almacenar energía eólica, solar y geotérmica. Y que la producción de grafito, litio y cobalto, podría experimentar un aumento de casi un 500 por ciento al 2050.

Una visión para el futuro

En este escenario, el Ministerio de Minería -junto a la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin)-, publicó un estudio de diagnóstico en 2024 para potenciar la industria de minerales críticos. La idea es que Chile se consolide como un país minero líder, aprovechando su potencial geopolítico, generando conocimiento en minería polimetálica, capacitando expertos y fomentando la innovación. Las estimaciones indican que para 2030, el mercado de estos minerales -identificados como relevantes para el país-, podría alcanzar los 385 mil millones de dólares y Chile participaría casi del 17% de ese monto. Además, lideramos en reservas mundiales de renio (56%), litio (34%) y cobre (19%), manteniendo una posición destacada en su producción.

Aunque la minería del cobre ya extrae algunos de estos minerales, existen millones de toneladas desperdiciadas como residuos de las cuales podrían recuperarse tierras raras, elementos del grupo platino, tungsteno, vanadio, tantalio, galio y germanio.

El estudio sugiere potenciar esta industria, agregándole más valor mediante incentivos fiscales, subsidios e inversión en investigación y desarrollo, siguiendo el ejemplo de otros países. Estos estímulos, se indica, serían una alternativa efectiva para atraer inversión a un sector que produce bienes de alta tecnología y tiene gran demanda mundial.


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